Usos típicos de los caudalímetros de vórtice
July 16, 2025
1. Medición de flujo de vapor (Industria energética)
Escenario: Una central térmica necesita monitorear el flujo de vapor de las calderas para optimizar la eficiencia energética.
Aplicación:
Instalar un caudalímetro de vórtice (DN150) en las tuberías de vapor para medir el consumo instantáneo y acumulado de vapor.
Equipar con compensación de temperatura y presión para corregir automáticamente las variaciones de densidad y mejorar la precisión.
Ventajas:
Sin partes móviles, resiste altas temperaturas/presiones (hasta 400°C/4MPa).
Salida de flujo másico directo sin cálculos de densidad adicionales.
2. Monitoreo de aire comprimido (Fabricación)
Escenario: Una planta automotriz necesita rastrear el uso de aire comprimido para la contabilidad de costos de energía.
Aplicación:
Instalar un caudalímetro de vórtice (DN80) en las líneas principales de suministro de aire para la monitorización del flujo en tiempo real y la detección de fugas.
Integrar señales de 4-20mA con sistemas PLC para la gestión automatizada de la energía.
Ventajas:
El diseño de baja pérdida de presión minimiza el desperdicio de energía.
Adecuado tanto para aire seco como húmedo con fuerte resistencia a la vibración.
3. Distribución de gas natural (Suministro de gas urbano)
Escenario: Las empresas de servicios de gas requieren una medición precisa en tuberías de media/baja presión.
Aplicación:
Utilizar caudalímetros de vórtice a prueba de explosiones (DN100) con sensores de temperatura/presión integrados para la salida de flujo volumétrico estandarizada.
Transmitir datos de forma remota a través de RTU a los centros de control.
Ventajas:
Amplio rango de variación (10:1) que se adapta a fluctuaciones significativas del flujo.
No se necesita calibración regular, lo que reduce los costos de mantenimiento.
4. Dosificación de líquidos químicos (Control de procesos)
Escenario: Una planta química requiere un control preciso de la alimentación de disolventes (por ejemplo, acetona) para los reactores.
Aplicación:
Implementar caudalímetros de vórtice revestidos de PTFE (DN50) para la resistencia a la corrosión y el cumplimiento de la higiene.
Enlazar con válvulas de control para la operación en circuito cerrado (±1% de precisión).
Ventajas:
Ideal para líquidos de baja viscosidad (0.8–30cSt) con respuesta rápida (≤1s).
El diseño sin electrodos elimina los riesgos de corrosión electroquímica.
5. Medición de agua de calefacción (Calefacción urbana)
Escenario: Las empresas de calefacción urbana necesitan datos de flujo para la facturación basada en el calor.
Aplicación:
Instalar caudalímetros de vórtice (DN200) en tuberías de agua caliente emparejados con sensores Pt100 para el cálculo del calor.
Transmitir datos a los sistemas de facturación para eliminar errores de lectura manual del medidor.
Ventajas:
Resiste agua a alta temperatura (≤150°C) con estabilidad a largo plazo.
Diseño compacto adecuado para la adaptación de tuberías más antiguas.
6. Monitoreo de refrigerante (Sistemas HVAC)
Escenario: Los sistemas de aire acondicionado central requieren el seguimiento del flujo de refrigerante (R134a).
Aplicación:
Utilizar caudalímetros de vórtice compactos (DN25) instalados directamente en las líneas de refrigerante.
Integrar las salidas con los sistemas de automatización de edificios (BAS) para optimizar la eficiencia de la refrigeración.
Ventajas:
Maneja el flujo bifásico gas/líquido (evita condiciones mixtas prolongadas).
El bajo consumo de energía admite aplicaciones inalámbricas alimentadas por batería.
Consideraciones clave y mantenimiento
Requisitos de instalación:
Mantener tramos rectos de tubería de 10D aguas arriba y 5D aguas abajo (D = diámetro de la tubería) para evitar perturbaciones del flujo por válvulas/curvas.
Para la instalación horizontal, amortiguar las vibraciones de la tubería utilizando amortiguadores si es necesario.
Limitaciones de los medios:
No apto para líquidos de muy baja (30cSt).
Los sólidos o materiales fibrosos pueden obstruir la barra de desprendimiento.
Consejos de mantenimiento:
Inspeccionar regularmente la barra de desprendimiento en busca de daños mecánicos o incrustaciones.
Tener en cuenta las fluctuaciones de presión en las mediciones de gas para mantener la precisión.